viernes, 22 de agosto de 2008

Yo de mayor... ya no sé lo que seré... Ni lo quiero saber...

El mundo gira y gira y yo soy la peonza que giro en el mío propio...
He vuelto al pasado y he vuelto con las manos en la masa... jajajjaaa y nunca mejor dicho...
Amigos míos lectores ya no soy "Marichacha" ahora soy pastelera... y entre masas ando todo el día... hago tartas exquisitas, subo blancos merengues, moldeo dulces con chocolate... decoro pasteles con granillos y me veo como una niña pequeñita ante la batidora que tantos recuerdos me trae a mi mente...
Para los que no me conozcan tanto como ellos se piensan les contaré algo hermoso... Aquellos sábados de los 10 años, aquellos que también fueron un día de agosto. Cuando yo me levantaba de la cama y lo primero que olía era a pan recién hecho, al azúcar bullendo dentro del agua convirtiéndose en almíbar... al bizcocho metido en el horno... y mis oidos se regalaban con el tintineo y el trajín de la batidora del pastelero...
Recuerdo que me calzaba cualquier zapato, el primero que encontraba, no importaba si eran de mi hermana, de mi padre, de mi hermano o de mi madre... y corría al obrador a ver al pastelero... "Bon dia Pepe" y ante mí aparecía toda su mesa repleta de golosinas para desayunar... chocolate derretido, nata, trufa, ensaimadas, curasanes, bizcocho, crema... ahhhh el cielo abierto de las glotonas...
Recuerdo que mi favorita era la tarta Reina, donde yo cogía los pequeños trozos que sobraban de las piezas cortadas... bizcocho blanco relleno de trufa y nata... crema pastelera quemada por encima... ummm y una Coca Cola para ir pasándolo todo a esa panza de nena de 10 años...
Pues hoy, con casi 34 (que os recuerdo que los hago el día 16), vuelvo a las andadas y me paso la mañana rodeada de grandes perolas de batidora, crema caliente pastelera y gelatina solidificada al cambio de la temperatura... y la verdad sea dicha: "Me lo paso bien". Ya no sé si será por los recuerdos, que espero que no se borren por la rutina ni se mezclen un día con los huevos y el azucar del merengue ni las almendras del Gató. Ya no sé si será porque vuelvo a ser como aquella niña que sonreía ante la destreza de su padre para formar panes y ensaimadas, o ante el encanto de esas bocas de horno, o esos olores que el mismo desprende... o si será porque las mañanas me pasan volando y cuando suena la hora de irme le pregunto al Maestro: ¿Hago otro cubo de crema? a lo que él responde sonriendo... "Anda, vete a casa... mañana será otro día..."

Buenas noches compañeros... si se portan bien quizás les cuente algunas de mis recetas secretas...



domingo, 3 de agosto de 2008

Yo de mayor quiero ser IRRESPONSABLE



Esta semana han sido las fiestas del pueblo... eoeoeeoo... yo no he participado entre tanto ducha a la niña, haz la cena, duermela... piscina, trabajo, siesta, cansacio, aburrimiento, locura, dolor muscular e inapetencia por las fiestas populares tan arraigadas al pueblo español, que anda que no nos gustan las fiestas!!!

Pues eso, que ayer sábado festival nocturno y hoy domingo la "Trobada de Piraguas" y yo muy encantadora de la vida me subo a mi coche amarillo con mi blusón verde manzana y ale, tira pá el pueblo Jacinta a currar como una desconsolada... y empiezo a ver juventud y venga juventud por las calles y yo, a mis 34 otoños, va y pienso "joder con las piraguas, cuanta gente que arrastra... anda y que no se han levantado pronto para ver la salida de las piraguas"... hasta que un jovenzuelo descarado me dice eso de: "¿piraguas Señora, qué piraguas?"... Seré inocente!!! los muy irresponsables se habían pegado un festival de narices y yo con lo gorrina que he sido siempre, lo fiestera que he sido siempre y lo desmelenada que he sido siempre, me he quedado con la boca simplemente abierta pensando en las horas que eran para todavía estar despierta...

Envidia, envidia, envidia... yo un día también estuve ahí y no hace tanto tiempo... quizás 4 ó 5 años... pero hoy me he sentido en el otro bando, como si hubieramos jugado a policías y ladrones, a indios o vaqueros, a jóvenes o viejos... Hoy me reía al verlos pasar riendo, hablando, preguntando por la parada del bus, por la gasolinera, por el estanco... por un baño...

Hoy hubiera querido llorar por ver ante mis ojos el tiempo pasar, por no haberlo disfrutado todavía más, por no habermelo bebido, aspirado, comido y hasta incluso follado...

Pero simplemente he reído, me miraba reflejada en las cristaleras de la entrada del hotel, en mi terraza de verano de 60 metros cuadrados como yo la llamo... allí vestida de verde y negro... guapa, esbelta, madura... con el pelo bien engominado; con mis ojos de gata sonriendo al pasado, diciendole simplemente: "a TI te conozco"...

Sola y abrumada por el momento, sonriendo, viéndome reflejada en un cristal... el tiempo pasa y pasa y pasa y la putada es que no tenemos nunca tiempo... y un día te das cuenta de que sí, que el tiempo ha pasado y ya sólo queda mirarlo de lejos...