domingo, 4 de octubre de 2009

YO TAMBIÉN SOY UNA TIPA DIFERENTE...

Es de noche cuando llego a mi puesto, subo la cuesta del paso peatonal escuchando en la radio la canción del momento. Siempre subo el volumen, Juana está llegando y con ella (como muchos dicen) la alegría del mercado, la persona positiva, la que siempre ríe y la que siempre está ayudando... Ésa soy yo en el mercado, Juana "la Jabonera una tipa diferente".
Veo el amanecer cada mañana de miércoles y sábado, allí esperan todos: Toni, Emilio, "la churrera", Guillem el de las verduras, Suleiman, Basirium y otro Suleiman que venden Dolce Gavanna bueno, bonito y barato... Segu el Ecuatoriano con su preciosa niña de año y medio y su mujer, encantadora. Sahir el marroquí de las plantas y su hermano que se pasa todo el día en silencio y decenas de senegaleses que van llegando y esperando que le den un puesto para montar todo su tinglado... También está Guillermo el argentino, otro que vende jabones y que es un encanto. Los pesaos del aloe vera. Joan el de los pimientos picantes. Sebastian el placero, el pobre antipático... La "joyera" pija, que me compra jabón cuando hago un mal día... La culona de la tienda de ropa que siempre me sonríe... Rita "la pescadera" con más de 80 años y conduce una furgoneta que pierde agüita del pescado... Siempre la lía
Y así podría ir contando de algunas decenas más... Hasta incluso el chino "Ping" el masajista, siempre hay un chino en la vida...

Todo es oscuridad cuando llego y poco a poco empieza el barullo y yo con Melendi sonando en el móvil, moviendo el culillo a su son mientras coloco jabones y cestas, esponjas y sacos, vamos, mi pan a fin de cuentas.
La gente, las ventas, las explicaciones, las visitas, los olores, el cansancio, el café, el bocata y más risas, más cafés y más aromas, aunque sean del pescado...
Las campanadas del ayuntamiento te recuerdan que quedan pocas horas, que pronto estarás en casa y que vendes o te plantas... Venta agresiva o venta selectiva? Venta a fin de cuentas... Quizá esta clienta sea la mía.
Y luego a recoger, con pesadez, ya llevas 9 horas de pie y aún te queda 1 para llegar a casa a descargar... y yo como afortunada que soy no me quejo, porque vivo cerca y porque recoger me es fácil, pero muchos de ellos viven muy lejos y llevan enormes fardos con peso, y fardos de cansancio y fardos sin papeles y fardos de desilusión ante un bolsillo vacío de billetes verdes
En fin, ese es mi día de mercado... aunque lo he contado muy por encima aún me ha faltado decir algo:
SOY MUY FELIZ CUANDO SUBO LA CUESTA Y SUBO EL VOLUMEN DE MI RADIO... SOY MUY FELIZ CUANDO ESCUCHO A MELENDI Y ME RIO UN RATO...