Es como me decía Snickers, que a su vez le decía Fritz, que es como la pastilla que te abre los ojos... Pues sí, eso es lo que siento, un desvanecimiento de carga, de vestuario y maquillaje... Es como si la vieja operada y maquillada, vestida como si tuviera 30 años menos se desnudara poco a poco ante el espejo. Desmaquillara sus viejas carnes y se diera cuenta de lo que realmente es, una pobre vieja operada y maquillada que huye de su verdadero ser...
Me siento tan terriblemente feliz haciendo lo que hago. Me encanta mi forma de vivir, pensar y actuar. Me sabe mal por la gente que estoy dejando por el camino, quizás yo también sea un poco matarife y simplemente señalo con el dedo y digo tú sí, tú no... Junto a la pastilla y el velo vino todo esto. Vino un dejar de disimular, un dejar de esconder sentimientos amargos, un decir "bueno, es lo que hay" o "Es que fulanit@ es así"... No, hoy me doy cuenta de que la gente cambia, de que la gente puede cambiar. Lo siento por las dos personas que he dejado en el camino, pero ya no aguantaba más seguir actuando ni seguir aceptando...
En fin, sigo aprendiendo y sigo estando aquí, no me voy a ir ni a esconder. Ya no quiero velos ni trapos ni sábanas ni colorete ni pintalabios... Sigo aquí y quizás encuentres una mala respuesta pero también puede ser que encuentres un abrazo... No me vengas por detrás porque al girarme me mirarás directamente a los ojos y ya no abrá marcha atrás... Dame un abrazo si quieres no te pienso rechazar... Pero no cambiarás mi opinión, no cambiarás nada en mi, no me disfraces con tus vestidos ni me cuentes rollos ni falsees nombres ni me engañes ni me hagas sentir irracional... Simplemente ven y dame un abrazo si quieres...
