miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Quedamos a comer?


Primera foto en casa


primera foto con aire de libertad

Primera foto de los pequeños libres de toda máquina... al fondo un monitor

Un día después de la tormenta.... sale el sol!!!!



Uno de mis grandes recuerdos de aquellos días en el hospital es esta canción, quizás la letra no tenga nada que ver con lo que allí pasaba ni con nuestra historia, pero un día cuando estaba casi recuperada y me atreví a salir de aquellos inmensos pasillos fui a tomar un café y luego, por supuesto, un cigarro en un banco medio abandonado en la parte trasera del bar, para esconderte ante miradas que igualmente te veían, me vino esta canción a la cabeza al ver como el sol salía. Las lágrimas no dejaron de brotar todas las mañanas al ver salir el sol, aunque para llorar tranquilamente sin que nadie te moleste ni te miren con cara extraña lo mejor es un hospital... Y gracias a Dios "Cuando menos piensas sale el sol", y lo digo ahora desde el futuro, porque aquellos días no lo veía tan claro.
Sabía que ningún mal dura 100 años y que algún día saldría de ese hospital con mis hijos o sin ellos, pero que saldría... Por la niña no estaba preocupada, por el niño sí y mucho, muchísimo, demasiado... Todas las mañanas a las 6 preguntaba a las enfermeras: "¿Ha tenido bradis?... Sí, 2... ó 3" luego el café y las lágrimas, el sol... más lágrimas y más dolor... luego los paseos por los pasillos, las imágenes de desgracia que por ahí veía y me hacían sentir culpable porque mi desgracia no era nada en comparación con la suya... los horarios, los cigarros uno tras otro, los cafés, las escaleras vacías y oscuras de la noche, el final del día, las llamadas a mi marido diciéndole "algún día saldremos" o las lágrimas que soltaba cuando me despedía de él y mi hija, desde la misma escalera que por la noche volvería a mojar con más lágrimas... el ir a dormir sabiendo que al despertar haría la misma pregunta una vez más, la primera tras un "buenos días", la primera frase de una madre preguntando si su hijo había pasado una noche más. La primera frase del día... y de nuevo "sale el sol"

Y por supuesto que tanto sumar pierdes la cuenta y 1+1 no siempre son 2, ya que detrás de ellos 2 había muchas más personas... padres, hermana, tía, tío, abuelos, bisabuelos, amigos, enfermerxs, médicos... decenas y decenas de personas pendientes de ellos y de su salida al sol... y de sus noches, y sus tardes, sus minutos y segundos....






















Pero todo eso ya pasó y hablo desde el futuro, desde las noches sin dormir por sus llantos de crecimiento, desde sus intentos de sonrisa y desde la felicidad, pero aquellos días no lo tuve nada claro, nada claro... Lo único que tuve claro es que "Después de la tormenta siempre sale el sol"
Las fotos son de cuando desenchufamos a nuestros hijos de las máquinas. Hablé con el enfermero y le pedí que fueramos nosotros quien lo hicieramos, quería ser yo la que cortara la corriente de esa máquina y quitar todos los cables que los unían a ellas, y hacerles libres finalmente, y hacerme libre al fin de escuchar los monitores cada vez que los abrazaba... Y ser libre para ver el sol junto a ellos como hoy veré.
Mi marido libró a Nerea y yo a Berto. Gran momento en nuestras vidas... Gran momento en sus vidas!!!!

P.D.(sé que hay mucha gente que odia esta canción porque en algún momento de su vida la escuchó y no era en la mejor situación, y el escucharla ahoga sus gargantas y malos recuerdos llegan a sus mentes. Lo siento mucho, les invito a leer mi hermosos recuerdo escuchándola, momento de liberación, quizás cambie el aspecto de sus recuerdos)




domingo, 9 de octubre de 2011

Seguiré otro día....

Quedan más partes de la historia...
* Hematólogía
* Hospital de día
* Requiem por Jorge y Feli
* ... ya lo pensaré...
Pero ahora son las 6:24 de la mañana y no tengo más ganas de escribir, con lo cual os invito a leer los dos post que he escrito esta madrugada... Pronto seguiré, si los mellizos me dan el tiempo para hacerlo y mi cabeza no olvida los recuerdos...
Buenas noches-días a todxs

Hospital de Son Espases, o mejor dicho, Hospital de Son Colilla...

 O mejor dicho Hospital de Son Colilla u Hospital de Son Pasillo, porque este pasillo me lo recorrí unas 5 veces al día los 16 días que estuve viviendo en él... Interminable, aburrido y de nuevo interminable.
Nunca había vivido en un hospital, a parte de los 5 días que estuve en el de Manacor al parir a mi hija Victoria. Aquello ya me parecía interminable, pero esto ha sido largo, muy largo y a la vez rápido, rapidísimo.
La experiencia????
Tras un rifirafe con Pediatría en el Hospital de Manacor me mandaron al "Colillas" (Colillas porque se puede fumar por todas partes y hay colillas por doquier... o sea, fumadores del mundo pedid que os manden allí porque hasta los enfermos con la quimio enganchada al brazo salen a pasear con cigarrito en boca). El día 13 de septiembre cita con ginecología y, ojito al dato, fecha de ingreso el 13. "nonononoonon yo el 14 tengo cosas que hacer. Bueno el 14. Vale. Parto con cesárea programada para el 15 de septiembre a las 9 de la mañana. Vale"
Me comí hasta las uñas de los pies cuando me ingresaron. Busqué el rincón para fumarme el cigarrito de rigor tras la cena y bueno, depilación a lo bestia.... 
15 de septiembre, paritorio. Nervios, mal rollo. "Me muero de ésta Berto... No tendríamos que haber empezado con esta historia Berto... Berto, lágrimas, Berto, lágrimas. Miedo... más miedo... Anestesista guapísimo... Quirófano, epidural, cesárea, ligadura... mi hijo Berto fuera, mi hija Nerea fuera... "Te suelto la mano para que lo toques... ¿Tienen petequias, tienen petequias?... No, están limpios, puedes tocarlos..."
Momento precioso con mi pequeño Berto, momentazo con los dos juntos, preciosos, preciosos.
Cosida y para la sala donde encuentro a mi marido con los dos bebés sobre una almohada. Precioso... Dios me ha escuchado, los tengo conmigo!!!! Me cogen el pecho los dos a la vez... me suben a planta con los dos juntos, sobre mis brazos... La mamá más bella del mundo con sus mellizos en los brazos.
Mis padres que como siempre llegan 2 horas antes... momento fotos con la abuela, momento foto con el abuelo... Momento pediatra: "Nos los llevamos, plaquetas inferiores a 10000. No, no les puedes dar el pecho, podrían tener un sangrado en el estómago... Pero ya les he dado... Nos los llevamos..."
Momento: "Dios no me ha escuchado del todo o no entendió el mensaje..." ... Momento duermo, prefiero no pensar, me dejo llevar por las drogas de la epidural... Momento susurros de mis padres... Momento lágrimas escondidas... Momento me duele todo.... Momento "ya lo sabía yo que no todo era perfecto..." Dormir... dormir.... dormir y olvidar.
Día 16 de Septiembre, mi cumpleaños, me quita un médico loco el vendaje, la sonda y empiezo el camino por el pasillo que me lleva a ver a mis hijos. Están en la UCI de neonatos. A eso yo no lo puedo llamar caminar, sino arrastrarme. Tardé 30 minutos en llegar caminando, solita, sin nadie a quien cogerme. Abro la puerta y mi marido me encuentra allí... "Qué haces por aquí???... Vengo a verlos"... "Les hemos hecho una transfusión con las plaquetas del donante, si todo va bien saldrán por la tarde a cuidados medios, puede darle el pecho" Las enfermeras ayudaban a caminar al "despojo de Juana". Todo el mundo ayudó a Juana a moverse por ese pasillo largo e intermible...
Cuidados medios. Máquinas y más máquinas, stress con la subida de leche... silla de ruedas... Empiezo a conocer los nombres de enfermeros y enfermeras encantadores que cuidan de mis hijos y los de las mamás que llevan meses con sus hijos prematuros ingresados...
Plaquetas, bilirrubina, bradicardias. La niña lo lleva bien, el niño no... Miedo, soledad, silencio interrumpido por las máquinas... tururu, tururu, tururú... tac, tac, tac "BRADI"... ese es el recuerdo al coger a mis hijos.
4 días y alta para mamá, pero mamá no se mueve de ahí, nononon yo no me voy, yo me quedo aunque tenga que dormir en una silla. Al 5º día parezco una gacela caminando tras mi último "entuerto" que me dió y me dejó doblada todo se puso en su sitio y yo ya no me arrastraba, sino más bien corría.... Cuánta mujer encantadora he encontrado en el camino!!!! Carmen, la mujer de limpieza, que sin tener que hacerlo me hizo la cama y yo le decía que no podía pagárselo, pero le daba igual, "yo te la hago que no te puedes ni mover... Bueno pues te invito a un cigarro... Vale... Mira que te enseño un lugar bonito para fumarlos... jejjejejeje trapicheos"
En fin, que la gente por ahí un encanto... Trisco, Marisa, Angeles, Poli, Pilar, Loli, Mª José, Raquel, Vanesa... y muchas más que no recuerdo su nombre pero que están ahí... Me contaban sus problemas con la SS, que no iban a cobrar, que si la política del hospital, que si los robos que hacían los de arriba... Me hicieron la vida mejor...
Tema las mamás que estaban por ahí hacía 3 ó 4 ó 5 meses con sus bebés... bebés que el resto de familia no conocían... Musulmanas, españolas, indias, inglesas, alemanas, senegalesas... Todas mamás llorando por sus hijos cuando las máquinas sonaban al abrazarlos... Perdiendo la vista en los monitores cada vez que ponía "Bradi"... "Dios mío, qué suerte he tenido!!!! al final sí que me escuchaste, pero se ve que durante unos días te fuiste de vacaciones y me enseñaste que la vida no es fácil y que siempre hay alguien que lo pasa peor que tú... "


Al fin en casa!!!

¿qué más le puedo pedir a la vida? Finalmente están en casa, felices y sanos. Mi Nerea y mi Berto, mis dos nuevos amores y mis dos nuevos compañeros de la vida, aquí llegamos al final de la historia, con esta imagen hermosa de los mellizos durmiendo plácidamente en su cuna. Tranquilos, calentitos, amados y esperados.
El trayecto ha sido largo pero ha valido la pena, ha valido la pena...

Cuando estaba en el hospital sentada en una de aquellas oscuras escaleras pensaba en cómo iba a escribir esta historia, los capítulos, las formas, el orden. Quería que esta foto fuera la del último capítulo-post, pero no he podido resistirlo y debe de ser la primera, va a ser la primera porque es un final feliz... Hematólogos, gammaglobulinas, bradicardias, plaquetas, hospitales de día, cardiólogos, lágrimas y demás cositas que han ido pasando van quedando poco a poco atrás, y me da pena de olvidarlas, pero a veces prefiero no recordarlas.
En fin, os presento a Nerea y a Berto, los mellizos que me enseñaron lo que significa la palabra PACIENCIA.