miércoles, 30 de junio de 2010

Un poco de meditación...

Un poco de meditación sobre mi nueva forma de vida viene bien, es más, como que lo necesito para reafirmarme cada día más y más y más...
Hoy me pasó algo muy digamos "normal" para la Juana de hace 7 meses y algo muy "Guauuuuu socorro, que saquen a esa niña de ahí"... La tortilla siempre tuvo dos caras...
Estaba felizmente en mi parada del mercado, contenta, alegre, con ganas y con mucha calor.... mucha calor... Una coca cola por favor!!!
Me dirijo al supermercado de turno, que por cierto me da mucho asco ir por tener las bebidas al lado de la carnicería, y vamos que no me mola nada pasar por el tanatorio ese para coger una puñetera lata... pero hoy ha sido diferente, hoy había una niña preciosa rubia, una niña de unos 5 años delante de la carnicería viendo ante sí esa morgue, esos animales despedazados, esa carne sin piel, con sus venas, nervios, tendones al aire. Esas pezuñas, esas cabezas, esas vísceras.... Esa imagen dantesca era la imagen que veía esa niña inocente, esa niña que seguro jugaría con esos animalitos libres y ante todo vivos... Esa niña que no relaciona corderito bebé o lechón en una bandeja cocinado con un ser simpático y alegre, juguetón... Qué imagen más horrible y no he podido hacer nada más que observarla ahí parada mientras su madre o abuela le enseñaba la ley de la vida omnívora... Y ella estaba como si nada, tranquila, indiferente de saber que estaba realmente ante un animal muerto, a un ser como ella pero muerto... Imagino que su cerebro también está anestesiado, desinteresado, equivocado... es un cerebrito muerto de vida y su sonrisa inocente... esa pobre niña ante esa imagen me ha partido el corazón, esa niña me ha partido el corazón...
Ojalá algún día le enciendan el interruptor de su corazón y olvide esas imágenes como las he olvidado yo...

Le dedico esta canción... Ojalá algún día despiertes... Hermosa niña de hermosos ojos inocentes, ojalá algún día despiertes...

2 comentarios:

Vegana catalana dijo...

Es una pena que estemos sumidos en una sociedad cruel y que veamos como normal algo que debería de ser una vergüenza. Pero lo entiendo porque lo he vivido. Me horrorizo cuando mi hijo ve que le llevo a algún sitio a comer y me pregunta si es vegetariano, o qué tienen que no sea vegetariano. Espero que un día también despierte, como un día desperté yo.
Un beso, niña.

Juana dijo...

Ay Helga, que yo ahora tengo un problemón con la mía... no para de preguntarme porqué la familia come animales... y me dice que la engaño, que ellos son también vegetarianos... vamos un caos....
Gracias por estar aquí
Un beso muy grande